La elección que tomemos sobre qué puertas poner en nuestra vivienda, nos puede acompañar durante mucho tiempo. Si estás construyéndote tu propia casa y te encuentras en el momento de saber qué puertas colocar, te vamos a explicar las posibilidades que hay para que te quedes con la que mejor se adapte no solo a tus deseos sino también a las condiciones de tu inmueble. En primer lugar, ten en cuenta las necesidades de la persona o personas que van a vivir en ella. También, la frecuencia en el uso para poder aplicar sistemas de apertura como las plegables o las correderas que se ocultan dentro del tabique. Ten en cuenta que una puerta puede aportar interés a una pared lisa y aburrida, puede dar mayor calidez a una habitación que así lo requiera o dotar de aspecto rústico una sala cuando es el estilo que quieres que se perciba.
La puerta exterior
La elección de la puerta de entrada está determinada por el tipo de vivienda. Si se trata de un piso ubicado dentro de un edificio de vecinos, habrá que “amoldarse” al modelo y a los acabados “corporativos” de la comunidad. Si resides en una casa unifamiliar, las posibilidades se abren ampliamente, y convendrá tener en cuenta el estilo arquitectónico.
Cómo acertar en la elección de las puertas interiores
Al ser un componente de alta calidad de la vivienda, la puerta interior nos da la posibilidad de ajustarlo con el resto de los elementos que conforman tu hogar, como, por ejemplo; el pavimento o los colores de las paredes. De igual modo, es fundamental cuando estamos proyectando la vivienda donde va a residir una persona con movilidad reducida: la accesibilidad por los huecos de puerta, así como el sistema de apertura, etc. Las primeras decisiones que habrá que tomar es si se instalan puertas convencionales, correderas y plegables. Estas últimas pueden ser útiles en espacios como trasteros o despensas unidas a la cocina. Permiten mantener la separación entre espacios y su apertura no resta espacio.
“Las primeras decisiones que habrá que tomar es si se instalan puertas convencionales, correderas y plegables”
Las puertas correderas son muy útiles para espacios no muy amplios, gracias a su sistema de apertura. En lugar de abrirse y cerrarse hacia adentro o hacia afuera, se abren y se cierran a los lados. Tal como sucede con las puertas abatibles, pueden ser simples y dobles.
La puerta plegable es muy útil para “jugar” con la posibilidad de separar o no dos estancias, dependiendo de las circunstancias que requiera una situación o simplemente de lo que te apetezca en cada momento, ya que permiten dividir fácilmente las habitaciones de la vivienda sin alterar la funcionalidad de cada estancia. Una de las principales ventajas de este tipo de puertas es que funcionan para tramos de cualquier tamaño, desde la longitud que suele ocupar una puerta estándar hasta tramos de varios metros que incluso pueden suponer todo el ancho o largo de una estancia.
Las puertas para el baño se pueden elegir en parte con cristal translúcido. De esta manera, la luz pasará a través del cristal, sin que esto reduzca la intimidad de quien esté en él. En este caso, las puertas no suelen ser completamente de cristal translúcido, sino que lo más habitual es que solo sean de cristal en parte. Las del salón, sí ofrecen más versatilidad, y pueden ser incluso completamente de cristal.
Finalmente, te vamos a hablar de las puertas de acceso a la cocina: estas puertas son las que suelen ofrecer más libertad a la hora de elegir puertas, pues por lo general, cocinar no requiere intimidad, lo que hace posible que la puerta de acceso a ella tenga al menos una parte de cristal, ya sea translúcido o completamente transparente. Para elegir la que creas más adecuada para este espacio solo has de actuar de forma que la puerta esté acorde con la estética de la vivienda y su coste se ajuste al presupuesto.
Deseamos haberte ayudado y que hayas cogido ¡ideas útiles y prácticas! si tienes pensado cambiar las puertas de toda tu casa.