Es evidente que la aparición de la pandemia del virus Covid-19 en España, en marzo de 2020, ha supuesto otro duro revés para la economía española desde el inicio de la crisis económica global que empezó en 2008 y que seguimos “arrastrando”. Y el sector de la construcción y las reformas, tampoco se ha quedado al margen de la crisis que ha generado esta pandemia.

Escenario pre covid

Durante el bienio 2018-2019, el mercado de reformas y ampliaciones creció de forma constante y sostenida. A partir de mediados del mes de marzo de 2020 el crecimiento se frenó en seco por dos motivos principalmente:

  1. Una caída de la economía en general genera un impacto negativo en el consumo. Los consumidores deciden ahorrar en lugar de gastar, como medida de prevención frente a futuros riesgos (los ERTE).
  2. Al detenerse la actividad en la edificación y reforma de cualquier tipo de casa, edificio o local, los presupuestos para obras y proyectos experimentaron una caída importante ya en el mes de abril, sobre todo en comparación con los del mes de marzo.

Antes de la pandemia, los efectos de la crisis económica iniciada en 2008 sobre la actividad en obras y reformas mostraban claros signos de extinción: la recesión parecía prácticamente finiquitada.

“Las previsiones a finales del año 2021 indican una posible disminución de la productividad derivada de las fuertes medidas de higiene para la protección de los trabajadores”

Cifras

Según datos del estudio confeccionado por la consultora Double Trade a finales de 2020, en 2018 el sector de la edificación de obra nueva, las reformas y las ampliaciones en edificios de todo tipo, llevó a término un total de poco más de 24.500 obras, de las cuales un 59% fueron reformas, un 37% nuevas construcciones y un 4% ampliaciones. En 2019 la actividad experimentó una subida del 31,08%, con 7.638 obras más. El reparto de tipos de obras fue prácticamente idéntico al del año 2018.

Escenario post pandemia

Las previsiones a finales del año 2021 indican una posible disminución de la productividad derivada de las fuertes medidas de higiene para la protección de los trabajadores, menos importación en favor del producto nacional y la desaparición de muchas pequeñas compañías dedicadas a la construcción residencial, según revela un informe de la consultora Ernst & Young. Sin embargo, está previsto un aumento de clientes inversores y menos obra residencial. Así pues, el sector de la construcción ya está teniendo un papel fundamental en la recuperación económica de España, pues suele ocurrir que todo lo que se invierte en la industria se traslada de inmediato a la economía de “a pie de calle”.