Hoy te hablamos de como ahorrar dinero al remodelar tu hogar. Remodelar nuestra vivienda siempre es un proyecto ilusionante, ya sea por necesidad o por el gusto de cambiar. Al final, buscamos vivir mejor, en un mejor entorno, más confortable, más práctico o bello. O todo a la vez. Con algunos sencillos consejos esta remodelación se puede hacer sin sobresaltos económicos y disfrutándola al máximo.
Planifica con anticipación
Elabora un plan detallado de lo que deseas lograr con la remodelación, incluido un presupuesto. Esto te ayudará a identificar áreas en las que puedes reducir costos sin sacrificar el resultado deseado.
Prioriza tus proyectos
Ordena por importancia o por urgencia cuáles son las dependencias que quieres o necesitas remodelar prioritariamente. Concentrarse en esas primero ayudará a mantenerse dentro del presupuesto y evitar gastos excesivos. Así, llegado el momento puedes sacrificar la parte menos importante de la reforma para no excederte en la inversión.
Compara precios
Buscar varios presupuestos de diferentes contratistas. No tengas reparo en elegir entre diferentes opciones de precios y de servicios acordes con tus necesidades. No tengas miedo de negociar y recuerda que la oferta más baja no siempre es la mejor opción. Es verdad que un ahorro en materiales o en calidades puede suponer un ahorro en el presupuesto. Pero puede resultar que surjan problemas antes de lo que sería razonable a causa de menor calidad.
Hazlo tú mismo
Si eres un manitas y te gusta hacer los arreglos de casa, considera hacer parte del trabajo tú mismo. Sobre todo, si tienes las habilidades y las herramientas. Esto puede ahorrarte dinero en costos de mano de obra. Si tienes confianza con el industrial que te haga las reformas, puedes incluso pactar de trabajar con él. Simplemente, pactad claramente que puedes hacer tú, que debe hacer él o ella y un presupuesto claro, para evitar conflictos. Seguramente es una gran forma de sumar a tu afición la satisfacción de trabajar en la remodelación de tu hogar.
Reutiliza
Comprar nuevos materiales puede ser necesario, pero considera reutilizar artículos que ya tienes. Esto puede ahorrar dinero y también darle a tu espacio un toque único y personal. Pero ten en cuenta que el uso de nuevos materiales puede garantizar que tu remodelación cumpla con las normativas de seguridad y que los materiales sean de buena calidad.
Reutilizar muebles, electrodomésticos y otros artículos de segunda mano puede ahorrar dinero y también agregar carácter a tu hogar. Vale la pena señalar que darles una segunda o tercera vida debería implicar verificar la seguridad y la funcionalidad. No todos los artículos de segunda mano pueden estar en buenas condiciones y pueden requerir algunas reparaciones o reacondicionamiento. Asegúrate de inspeccionar los artículos cuidadosamente antes de comprarlos y considera el coste de las reparaciones necesarias. Y, por supuesto, asegúrate de que se ajustan a lo que queremos conseguir.
Sin embargo, no pierdas de vista que el uso de nuevos materiales supone que están en perfectas condiciones y vienen con garantías. En algunos casos, se pueden personalizar según tus necesidades específicas y preferencias de diseño.
En última instancia, puedes utilizar una combinación de materiales nuevos y artículos de segunda mano al remodelar tu casa. La clave es encontrar el equilibrio que funcione mejor para ti, tanto en lo que se refiere a presupuesto como a tus preferencias de diseño.
Sé realista con el presupuesto
Es muy importante tener muy claro la cantidad de dinero que tenemos para invertir en la remodelación. Y no olvidarnos de ningún aspecto que pueda tener una repercusión económica en nuestro proyecto. Ten en cuenta que al menos deberás prever:
- Costes de materiales que necesites para hacer la reforma. Debes tener muy claro si los presupuestos que te dan incluyen o no estos materiales.
- Mano de obra de todos los operarios que deben intervenir. Es importante saber el coste por hora, sobre todo a la hora de comparar entre diferentes industriales. Al comparar, fíjate en las diferencias de calidad y las diferentes soluciones que propongan.
- Permisos. Algunos industriales se encargan de su obtención, en otros casos deberás tramitarlos tú, cabe determinar si hay que pagar tasas.
- Tiempo de ejecución. Puede ser de gran importancia no solo en la repercusión de costes -por ejemplo, si la remodelación se alarga más de lo previsto-. Es muy importante cómo te organizas tú y tu familia mientras dura la remodelación. ¿Necesitarás otro lugar para vivir o puedes sectorizar la parte a reformar? ¿Incurrirás en gastos de hotel/alojamiento, desplazamientos/manutención extra? ¿Puedes aprovechar que estaréis fuera para llevarla a cabo?
- Costos financieros: si se está financiando la remodelación, se deben considerar los costos financieros, como los intereses del préstamo. Sé creativo con la financiación. Si debes acudir a la financiación de la obra compara diferentes opciones, como préstamos con garantía hipotecaria o préstamos personales. Si estás en una vivienda de alquiler puedes negociar con la propiedad hacer tú las mejoras a cambio de una reducción de la renta mensual.
- Se recomienda que el margen para imprevistos en un presupuesto de remodelación de hogar sea del 10% al 20% del presupuesto total. Sin embargo, el margen puede variar dependiendo de la complejidad del proyecto y la experiencia del contratista, en proyectos más complejos o con riesgos mayores se recomienda un margen un poco mayor.
Busca electrodomésticos de bajo consumo
Aunque pueden suponer un mayor desembolso en el momento de la compra, debes valorar si a la larga te ahorra dinero. No sólo por el ahorro de energía, sino por la vida útil que pueda tener.
Busca soluciones y diseños simples
La soluciones simples y los diseños simples suelen ser menos costosos de implementar y también suelen ser más fáciles de mantener, de limpiar, de arreglar, etc.
Ten en cuenta el tiempo
Determinadas épocas del año pueden ser más costosas para los contratistas, los materiales y la mano de obra. También ten en cuenta que en determinados municipios turísticos hay meses en los que no se permiten hacer obras o se paran hasta pasado el verano. Cuando planifiques tu remodelación intenta programarla para un momento en el que sea probable que los costos sean más bajos.
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